La maldición, que alcanza a Ayesha más allá de la Tierra, le enseña que en el mundo donde la Muerte es el Señor, ha sido condenada con el peor de los castigos de los dioses: la inmortalidad. Hija de la Sabiduría y sacerdotisa de Isis, sabe que hay un solo hombre que puede volver a tornarla mujer: Kalíkrates, el guerrero cuyo destino está irrevocablemente unido a «la-que-debe-ser-obedecida». A través de las batallas del alma y la carne, el héroe descubre la maldad de las artes mágicas que lo llevan ante las ruinas de Kôr. La primera parte de la historia de Ella, la última cronológicamente 1923%29, según la escribió Haggard, es una obra casi desconocida para el lector de habla castellana. Los próximos volúmenes: Ella, Ella y Allan y Ayesha, redondearán la fabulosa historia de la mujer inmortal.
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Ayesha del autor Henry Rider Haggard
Veinte años han pasado desde los eventos ocurridos en «Ella», los aventureros ingleses Leo Vincey y y el profesor Holly continúan enamorados de de la terrible Ayesha. Cautivados por su recuerdo reciben una visión de que Ella a regresado reencarnada en un rincón remoto del mundo. Esperanzados de que esta visión pudiera ser cierta, Leo y Holly realizan un viaje hasta el Tíbet donde se enfrentan a avalanchas, tribus asesinas, pases de montaña y la presencia de otra alma de su pasado olvidado que tiene sus propios designios sobre su futuro. La esperada continuación de la serie de Ella.
Leer Mas »Ella del autor Henry Rider Haggard
La más imaginativa y maravillosa aventura creada por Haggard empieza cuando Leo y Holly descifran el mensaje que envía la antigua princesa egipcia Amenartas. En su misterioso viaje descubren a Ella, ese extraño ser, terrible y fascinante, símbolo de la eterna juventud y de la permanencia en el tiempo. Pero Ella no es sólo una alegoría sobre el eterno retorno; es también una melancólica reflexión sobre la dureza de este mundo cruel, que no invita precisamente a eternizarse. «El mundo —dice Holly en un curioso atisbo de existencialista— no ha demostrado ser un nido tan suave como para que invite a quedarte en él para siempre».
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