¿Puede haber algo más emocionante que encontrar un cadáver en un callejón? El Club Cotilla piensa que no. Que eso es muy divertido y que tiene derecho a conocer todos los detalles. Por fin la policía empieza a tomarlas en serio. O tal vez no del todo, porque el inspector sigue desconfiando. Pero ellas, tan ingeniosas y entrañables como siempre, están continuamente aportando ideas. Unas veces disparatadas, otras sensatas, pero siempre acertadas y oportunas. Las simpáticas ancianas han abierto una agencia de detectives y deben compaginar su afición a investigar con sus estudios universitarios y su nueva y ajetreada vida social. Con su peculiar encanto, con su habilidad y siempre acompañadas de su perrito gamberro, estarán dispuestas a todo con tal de descubrir al culpable.

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