La agente Natalie Davis sospecha que alguien de su equipo se ha cambiado de bando, sin embargo, su intención de iniciar una investigación paralela junto a su compañera Olivia va a tener que esperar; ahora tiene otros problemas más importantes de los que ocuparse. Tras un tiroteo en el que Natalie sale ilesa, la agente ha sido reducida con una pistola eléctrica e introducida en una furgoneta; alguien se está tomando demasiadas molestias para hacer desaparecer a la federal. Su jefe, Tom Collins, enfocará la investigación considerándola una fugitiva peligrosa responsable de varias muertes; pero ni James Coleman, detective del departamento de policía de Nueva York, ni Jack Meyer, actual asesor de la policía, estarán dispuestos a cruzarse de brazos mientras Natalie continúa en paradero desconocido. ¿Podrán los detectives descubrir qué hay detrás de la conspiración para destruirla antes de que tenga lugar el cruel desenlace?

Erika es una polaca de 23 años 1932%29 que se ha quedado huérfana y, al no contar con más familia y disponer de una cuantiosa herencia, decide viajar a Berlín para empezar una nueva vida. Allí conoce a Marcus, un oficial del ejército, casado y con dos hijos, que queda prendado de la muchacha. Ambos entablan una amistad hasta que unos meses después, Adolf Hitler es nombrado canciller alemán. Marcus conoce el origen judío de Erika pero su aspecto ario y el dominio perfecto del alemán, lo convencen de llevarla a su casa para que sea la maestra de sus hijos. Se inicia entonces un paseo por los momentos históricos previos a la Segunda Guerra Mundial de la mano de los personajes, desde una perspectiva no histórica, con la intención de transferir a los protagonistas la ideología, preocupaciones y frustraciones de la época.