Blanca no sabe que necesita que la quieran. No tiene ni idea que al llenar su cuerpo con diferentes hombres está buscando alivio a sus carencias afectivas. Desea el amor pero de manera imprudente se aleja de él en cada nuevo amante. Se deja llevar por un ambiente simple y superficial que hace que su vida funcione al revés; donde perderse es un premio y encontrarse casi un castigo. De manera sencilla nos adentramos en su vida cotidiana y poco a poco descubrimos con ella que el grito ahogado de un orgasmo encubre el silencio del cariño perdido.

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