Peñiscola, España. Mario e Inés viven una vida tranquila, con sus dos encantadores hijos Lucio y Emma, de ocho y seis años. Entre amigos y visitas, viajes y alegrías todos disfrutan de este hermoso lugar balneario. Pero Mario choca con su parapente en un edificio y roce la muerte. Tras una operación de la pierna que lo deja muy dependiente de Inés, se muestra muy alterado y violento, haciendo de Inés su peor enemigo. Laura y Adrián, amigos de muchos años de la familia, viven en Uruguay y visitan a Mario e Inés varias veces al año. Pero ya temen por los nervios de Inés, y concluyen que necesita quien la ayude ahora. Adrián vuela al rescate, acompaña a Mario hacia una recuperación psicológica profesional, y ayuda a Inés a enfrentar los retos diarios con cuales tiene que lidiar. Adrián e Inés, aunque se habían frecuentado muchas veces en los últimos diez años, se descubren una amistad amena y entretenida, a través esta fuerte experiencia. Al cabo de diez días, Adrián regresa a Montevideo, estremecido por la difícil situación que esta viviendo Inés, pero feliz de haberla podido ayudar y de haberse encontrado con una nueva amiga. Semanas tras el accidente de Mario, Adrián sigue los progresos de Mario, apoyando a Inés en la distancia. A medida de los intercambios, Mario deja de ser el protagonista principal de sus conversaciones. Charlando horas sobre mil temas de vida y psicología, su relación es más intensa, solapa en frente la locura de Mario, que Inés tiene que enfrentar a diario. Poco a poco, derivan hacia una relación de amor improbable, y pronto, ni la distancia les impide compartir el apetito del uno por el otro y consumir en fantasía sus deseos carnales. Pero la realidad les alcanza en sus sueños más potentes y apasionados, y les enfrenta a una guerrilla cada vez más agotadora…

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